La cultura es necesaria para desarrollar el pensamiento crítico y siempre ha ido cogida de la mano del concepto de progreso y civilización
María José Soler en Caixa Popular A Escena

Dice la RAE, en su primera acepción de la palabra, que invisible es algo "que no puede ser visto". Pero qué algo no pueda ser visto no significa que no esté ahí. Trasladando un símil muy utilizado en el mundo del mar al teatro, podríamos decir que una producción teatral es como un iceberg, en el que los espectadores y espectadoras solo vemos la punta de todo (lo visible), pero los cimientos que hacen que no se tambalee ese todo están sumergidos en la parte escondida (lo invisible).

Desde Caixa Popular y el Teatro Olympia queremos, en esta sección del blog, poner en valor y visibilizar todas esas profesiones y profesionales, oficios, y por qué no llamarlo arte, que están detrás de cada montaje o producción teatral, que quedan fuera de los focos, del calor del público, del reconocimiento, pero que son imprescindibles para subir el telón cada día.

En esta tercera entrega tenemos el placer de contar con la directora de movimiento y coreografía María José Soler;

1. ¿Quién es María José Soler? 

Acabo de cumplir 45 años, nací en Valencia y soy más mis experiencias que mis títulos. Soy las personas con las que he vivido, trabajado, estudiado y crecido, las que ya no están y he querido, soy mi familia y mis amigas/os, soy los lugares donde he vivido, los teatros en los que he bailado, las carreteras que he recorrido, soy las parejas con las que he compartido y todas las producciones en las que participado. Ese es mi patrimonio intangible y después y por detrás está el tangible, lo que tengo, que son tres títulos: Licenciada en Coreografía y Técnicas de la Interpretación de la Danza (MEC), un Máster en Gestión Cultural (UPV-UV) y una Licenciatura en Farmacia (UV).

"Soy los lugares donde he vivido, los teatros en los que he bailado, las carreteras que he recorrido".

Fotografía. Laura Couto

2. ¿Qué hace una coreógrafa?

En realidad, yo no me defino como coreógrafa en el mundo del teatro. Prefiero otros términos; asesora de movimiento, movimiento escénico, dirección de movimiento... Según la RAE "coreógrafa" es la creadora de la coreografía de un espectáculo y "coreografía" es el arte de componer bailes. Ambas acepciones forman parte de mi trabajo, pero no son "solo" mi trabajo. Una obra de teatro puede tener un baile puntual en un momento concreto, pero si este no está relacionado con los personajes, el espacio escénico y el hilo dramático, se quedará relegado a un momento estético bonito pero aislado y poco justificado. No me interesa juntar pasos originales para que los intérpretes los ejecuten. El texto es la columna vertebral de una obra dramática, sin embargo, las palabras siempre salen del cuerpo, es este el recipiente que las contiene. El movimiento y la acción ayudan a retener el texto. Mi trabajo es crear un código de movimiento específico que ayude a los/las actores/actrices en la creación de su personaje y unas estructuras comunes que les orienten en el espacio escénico. La escucha en mi trabajo es fundamental, todos deben conocer ese lenguaje y reconocerse en él.

"Para mí el movimiento en una obra de teatro es mucho más que coreografiar, es algo transversal, algo que la atraviesa de principio a fin, que la une, le da un ritmo invisible, a veces con música otras sin ella.".

Para mí el movimiento en una obra de teatro es mucho más que coreografiar, es algo transversal, algo que la atraviesa de principio a fin, que la une, le da un ritmo invisible, a veces con música otras sin ella. A veces el movimiento, no solo es de los y las intérpretes, sino de elementos escenográficos que cambian de lugar. Considero las transiciones como escenas, desde el punto de vista profesional las trato al mismo nivel de importancia. Cuidar "el cómo" pasar de una escena a otra de la manera más ágil, sencilla, limpia y orgánica a ojos del espectador, es cuidar también aquello que se quiere contar.


3. ¿Por qué coreógrafa?

Desde que estaba en el Ballet Clásico de Valencia con 18 años, ya movilizaba a todas mis compañeras para ir a la terraza de arriba de casa de mis padres y montar coreografías... Sentía que la danza era una herramienta de comunicación muy potente y que sin duda iba mucho más allá del virtuosismo y de la técnica. Quería crear y para mí eso significaba, más que inventar pasos, contar historias a través del movimiento. Durante un par de años tuvimos "El grupo joven D de Danza" girando por el circuito SARC de la Diputación de Valencia.

"Quería crear y para mí eso significaba, más que inventar pasos, contar historias a través del movimiento".

4. ¿Dónde comenzaste?

A los 11 años, en la cocina de la antigua casa de mis padres, recuerdo perfectamente dirigirme a mi madre y decirle, "quiero bailar". Empecé yendo un día a la semana a la escuela de mi barrio María Carbonell, que al poco tiempo se convertirían en 2. Al año siguiente me matriculé para hacer los estudios oficiales de danza clásica (plan experimental) con todas sus asignaturas. A los tres años María nos recomendó, a tres de nosotras, seguir con nuestra formación en el Centro Valenciano de Danza Mari Cruz Alcalá. Allí, a parte de conocer a las que aún son mis mejores amigas, continué con mi carrera de danza y me comprometí, con mis padres, a que esa actividad extraescolar no afectaría a mis estudios.

"A los 11 años, en la cocina de la antigua casa de mis padres, recuerdo perfectamente dirigirme a mi madre y decirle, quiero bailar".

Con el tiempo pasé a formar parte del Ballet Clásico de Valencia (el Ballet de la escuela). Paralelamente a mi formación en la academia, que seguía la escuela inglesa (Royal Ballet School) donde se valora la limpieza y la corrección, yo me apuntaba a todos los cursillos de danza contemporánea que se daban de manera puntual en Valencia, Joe Alegado, Rick Merril, Ramón Oller... La danza clásica me gustaba pero las puntas no eran para mí, descubrir la danza contemporánea me abrió a un lenguaje nuevo donde podía comunicar emociones a través del movimiento sin tener encarcelados los pies, de repente ya no estaba encorsetada sino todo lo contrario, podía volar. Finalizada mi carrera de Danza Clásica, accedí a través de una audición a formar parte de la primera promoción del Centro Coreográfico de la Comunidad Valenciana CCCV con una beca. Donde tendría la oportunidad de trabajar con coreógrafos nacionales e internacionales de reconocido prestigio y donde di el paso de lo académico a lo profesional.


5. ¿Qué te ha dado el teatro?

Me ha dado sobretodo VIDA. Y me ha enseñado a gestionar la incertidumbre. En estos tiempos inéditos de pandemia mundial, me he dado cuenta de que mucha gente estaba asustada por la perdida de su estabilidad económica y emocional. Yo he perdido un par de proyectos, pero la incertidumbre laboral no me ha sido tan angustiosa. Porque en mi profesión el trabajo es así, intermitente. El teatro, encima, detrás, delante o en cajas, es mi hábitat natural, donde más yo soy. El hecho de transitar por sus diferentes espacios me ha hecho conocerlo por todos sus lados y entender la importancia de la palabra equipo. El teatro es eso. Un lugar mágico donde los visibles y los invisibles se juntan con un único objetivo común que es llegar a tiempo de levantar el telón con la máxima calidad posible. 

"El teatro, encima, detrás, delante o en cajas, es mi hábitat natural, donde más yo soy. El hecho de transitar por sus diferentes espacios me ha hecho conocerlo por todos sus lados y entender la importancia de la palabra equipo. El teatro es eso".

Y, ¿qué te ha quitado?

Me ha quitado tiempo. Tiempo que no he dedicado a mis amigos/as, mi familia, a mi misma o a mi pareja Es una profesión increíblemente bonita pero muy exigente. Esta es la dualidad de cualquier profesional que se dedique a las AA.EE. Toda elección tiene sus ganancias y sus perdidas. La cosa es valorar cuanto hay de cada una y si te compensa. Para mí, hoy en día, el balance ha sido positivo.

6. ¿Qué es lo que más te apasiona de tu profesión?

Sin duda, los procesos. Soy mucho más fan de los procesos que de los resultados. Al formar parte del equipo creativo, mi figura desaparece cuando nace la exhibición.

"Mi objetivo no es que brille mi trabajo sino poner la luz sobre sus cuerpos y ubicarlos en el espacio".

Cada texto, cada producción, cada obra, tiene unos actores y un director diferente. Tras una primera lectura con todo el equipo, primero escucho al director e intento acercarme a su imaginario, luego me paso días observando, mirando, grabando y probando cosas para ese elenco en concreto. Les propongo ejercicios de escucha, de dinámica de grupo, de conciencia espacial y corporal, de coordinación, de manipulación de objetos, de integración de la palabra al movimiento y viceversa. Esos primeros 10 o 15 días en los que aún no tengo ni idea de lo que voy a hacer, pero se está creando un lenguaje común que definirá el código de movimiento para esa obra y esos personajes, es sin duda lo que más me apasiona de mi profesión.


Fotografía. Vicente A. Jiménez

Nunca acribillo a los/las intérpretes a pasos de danza, no me interesa lo más mínimo, mi objetivo no es que brille mi trabajo sino poner la luz sobre sus cuerpos y ubicarlos en el espacio. A veces lo más importante es quitar todo el movimiento que no sirve, que lía y que emborrona el cuerpo del intérprete. Hay muchas formas de plantear el movimiento, la mía es esta, no es la única, ni la mejor, simplemente es mi manera. Soy consiente de que el día que aparezco con la partitura coreográfica llena de "8s" y de cuentas, donde he concretado de manera material una primera propuesta, algunos/as se asustan, se agobian, se asfixian... eso también forma parte del proceso. Luego poco a poco se relajan porque entienden que simplemente les estoy ofreciendo un punto de partida, una estructura común sobre la que poder crecer y desarrollar su personaje. Generalmente, como ocurre con otras figuras de las AA.EE, cuando mi trabajo está bien hecho, nadie se da cuenta de que es un trabajo, entonces sé que lo he hecho bien.

"Generalmente, como ocurre con otras figuras de las AA.EE, cuando mi trabajo está bien hecho, nadie se da cuenta de que es un trabajo, entonces sé que lo he hecho bien".

7. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere comenzar en este mundo?

Que observe, que escuche, que mire, que sea dúctil, que esté abierto a cambiar mil veces de propuesta sin hundirse, que la duda es buena compañera de viaje, que no abandone la búsqueda y que confíe en que la mejor idea vendrá. Como dijo Picasso "La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando".

"Que no olvide que cada proyecto es nuevo, aunque haya trabajado en 20 producciones anteriormente, ninguno se parece, eso es siempre un reto".

Que no olvide que cada proyecto es nuevo, aunque haya trabajado en 20 producciones anteriormente, ninguno se parece, eso es siempre un reto, un escenario vacío, un todo por hacer y crear, que normalice esa sensación y que diferencie el miedo que por lo general paraliza, del respeto que siempre moviliza.


Fotografía. Jordi Pla

8. ¿Recuerdas alguna persona que haya marcado significativamente tu carrera durante estos años?

Recuerdo tres momentos significativos que hayan marcado mi carrera y varias personas implicadas en ellos. 

- El primero fue con 15 años en un curso de verano, en Madrid, en la escuela de Víctor Ullate. Un día, estando en clase con él, la paró de repente a mitad de un ejercicio de centro y dijo "Lo primero que tiene que ser un bailarín es inteligente". No estaba hablando de la estética, las líneas, o las formas sino de un uso inteligente de las mismas. Además, allí coincidí con Tamara Rojo, Ángel Corella, Joaquín de Luz, Lucia Lacarra... observándolos descubrí que para ellos la danza no era solo repetición y sacrificio, sino que además era disfrute. Mi técnica no cambió mucho en esos 15 días de cursillo lo que si se transformó fue mi manera de abordar la danza como disciplina artística. 

"Coincidí con Tamara Rojo, Ángel Corella, Joaquín de Luz, Lucia Lacarra... observándolos descubrí que para ellos la danza no era solo repetición y sacrificio, sino que además era disfrute".

- El segundo momento clave en mi carrera fue con 23 años en el CCCV, allí conocí al que considero y consideraré siempre mi gran maestro, Mauro Galindo, una persona tan sabia como humilde. Él defendía la diferencia como virtud. Un día me dijo; "Tu eres la bailarina que eres ya conoces toda la técnica ahora ponla a tu servicio y simplemente baila". Me pareció una nota increíblemente útil, que nada tenia que ver con la perfección si no con la actitud. Ese día empecé a bailar como una profesional dejando atrás ya, por fin, mi perfil académico.

"Encontré por fin mi sitio, el uso del cuerpo para contar una historia, el desarrollo de un personaje que además de moverse sentía, con un arco interpretativo lleno de matices".

- Y, por último, mis 7 años en Barcelona como intérprete de danza en la compañía Mar Gómez donde conocí en profundidad el concepto de danza teatro. Aprendí muchísimo de todos mis compañeros y de ella. Encontré por fin mi sitio, el uso del cuerpo para contar una historia, el desarrollo de un personaje que además de moverse sentía, con un arco interpretativo lleno de matices. Hice más de 5 espectáculos con ellos, todos trabajados hasta el milímetro, con una búsqueda exhaustiva de la precisión, la limpieza, la musicalidad, el humor y la emoción. Entendí que el intérprete se define y coge peso en función del resto. Este planteamiento fue y sigue siendo clave en mi manera de trabajar. Todas sus coreografías están firmadas como colectivas, porque ella sabe contar historias y sobre todo sabe sacar lo mejor de la creatividad de cada uno de sus bailarines.

También he tenido grandes "maestros involuntarios", que sacaron los peor de mí sin pretenderlo, personas con un poder extra para anular la capacidad creativa de cualquier miembro del equipo, solo con su NO saber hacer. En este tipo de perfil de maestros encubiertos hay mucha paridad de género. A veces puede ser una actriz, otras un coreógrafo, un director, una dramaturga, un productor, una regidora o un músico... A todos ellos les doy las gracias desde aquí, igualmente, por haberme ayudado a crecer.

"Montar una coreografía sin conocer a los personajes no tenia ningún sentido".

9. ¿Cómo ha cambiado la profesión a lo largo de los años? 

Coreógrafos/as que colaboren en obras teatrales, operas, zarzuelas... Siempre ha habido. Mi primer trabajo como asesora de movimiento teatral fue para el "Sí de las Niñas", dirigida por Vicente Genovés, (TGV) en 2007. Me llamaron para montar una "coreografía del saludo". Me dieron la música y poco más. Cuando llegué allí me di cuenta en seguida de que montar una coreografía sin conocer a los personajes no tenia ningún sentido. Pedí ver un ensayo y desde ahí monté el movimiento. Han pasado 13 años desde entonces y cada vez hay más directores/as, más compañías y más producciones, que cuentan con la figura de un especialista en movimiento y ya no solo para montar un saludo. Poco a poco este perfil se ha ido integrando en los equipos creativos y en algunos casos, como en CRIT, la consideran importante. He hecho muchísimas producciones con ellos y creo que juntos hemos creado una fórmula que nos funciona. En este sentido considero que está cambiando la manera de hacer en el teatro. Cada vez los equipos son mas multidisciplinares.


Fotografía. Josep Valero

10. ¿Cuál ha sido el papel de la mujer en este oficio?

Pues depende, como intérprete de danza somos muchas más bailarinas que bailarines, el tema coreógrafas/os está más compensado. Como asesora de movimiento escénico si que me he encontrado trabajando en equipos creativos mayoritariamente masculinos. He coincidido con muchos más directores que con directoras. Cuando he dirigido algo y he tenido la posibilidad de elegir perfiles para formar un buen equipo, he buscado personas válidas, resolutivas y profesionales, por supuesto independientemente de su género. Y siempre me ha salido un elevado número de mujeres en el equipo. Este dato empírico demuestra que actualmente el papel de la mujer en este oficio es más que significativo. 

"Si se entiende "vivir bien" como la posibilidad de poder dedicarte profesionalmente a lo que te gusta y te hace feliz, sin duda las AA.EE son una muy buena opción para realizarse".

11. ¿Se puede vivir (bien) de esta profesión?

Esta profesión es vocacional, nadie la elige primera opción si su objetivo es tener estabilidad económica y emocional. Pero si se entiende "vivir bien" como la posibilidad de poder dedicarte profesionalmente a lo que te gusta y te hace feliz, sin duda las AA.EE son una muy buena opción para realizarse. No obstante, a veces la poca oferta se confunde con tener que aceptar cualquier propuesta en ocasiones acompañada de un caché irrisorio y además sentirte afortunado porque tienes trabajo. Este tipo de manipulación psicológica no se da en ninguna otra profesión. La inestabilidad genera este tipo de situaciones que te confrontan con tus propios principios como profesional. Hay una responsabilidad del sector y una personal en dejar que esto siga pasando.

"Uno de mis sueños/objetivos es que algún día se reconociera "El Movimiento Escénico" como asignatura opcional, en los Conservatorios Superiores de Danza".

Fotografía. Vicente A. Jiménez

12. ¿Hay futuro en el movimiento escénico?

Cada vez se está consolidando más esta figura. Uno de mis sueños/objetivos es que algún día se reconociera "El Movimiento Escénico" como asignatura opcional, en los Conservatorios Superiores de Danza, dentro de la especialidad de Coreografía. No es lo mismo mover a bailarines que a actores o a músicos. La pedagogía y el planteamiento es completamente diferente. Y es otra salida profesional. Otra cosa es que tipo de futuro queremos, el reconocimiento no pasa solo por hacer bien tu trabajo sino además porque el resto (instituciones, teatros, compañías) lo reconozca tanto artística como económicamente. 

"El reconocimiento no pasa solo por hacer bien tu trabajo sino además porque el resto (instituciones, teatros, compañías) lo reconozca tanto artística como económicamente".

Actualmente, en la Comunidad Valenciana, hay compañeras como Cristina Fernández, Chus Moreno o Charo Gil-Mascarell..., por ejemplo, que están haciendo trabajos realmente buenos en este campo. Para construir un futuro de calidad seria interesante que tanto las instituciones públicas como las empresas privadas, que quieran contar con esta figura en sus producciones, tomen conciencia de que es un creativo más del equipo, al igual que el escenógrafo/a o el iluminador/a cobran por sus diseños, el movimiento es un diseño más creado por y para esa obra.


13. ¿Dónde podemos encontrar a María José Soler en su tiempo libre?

En invierno en la playa paseando o haciendo yoga y en verano en la montaña. Siempre cerca de la tierra o el agua. Yendo en bici, nadando en un río, o abrazando un árbol. Para mí estar rodeada de naturaleza es fundamental. Por supuesto con mis amigos/as compartiendo inquietudes y riéndonos de ellas. Con mi familia. También perdida en una librería o yendo a museos.

14. ¿Qué le pides al futuro? 

Le pido primero salud para mí y toda la gente que quiero y luego capacidad para estar lo más posible en el momento presente, sea cual sea el presente que nos toque vivir.

"La cultura es necesaria para desarrollar el pensamiento crítico y siempre ha ido cogida de la mano del concepto de progreso y civilización".

La palabra cultura deriva del verbo latino "colere", que significa cultivar. La cultura es necesaria para desarrollar el pensamiento crítico y siempre ha ido cogida de la mano del concepto de progreso y civilización. El acceso a la cultura es un derecho constitucional y los poderes públicos tienen la obligación de promoverla. Pero para poder acercar la cultura a la sociedad es fundamental que se cuiden, valoren, y protejan también los derechos de los profesionales del sector que la generan. Como gestora cultural, le pido eso a quien corresponda el futuro.

"Para poder acercar la cultura a la sociedad es fundamental que se cuiden, valoren, y protejan también los derechos de los profesionales del sector que la generan".
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